La personalización, sumada al arte y a un compromiso sostenible, han convertido al upcycling en el método estrella de los grandes creativos
La creatividad puede manifestarse de múltiples maneras. Durante siglos, la realidad ha sido captada desde miles de ojos distintos a través de los pinceles de creativos que han dejado su huella en creaciones que han sido recordadas durante generaciones por la imprenta única y artística que ha sido depositada en ellas.

En la actualidad, si bien el término creativo ha adquirido miles de vertientes, en la moda podemos encontrarlo en diseñadores que hacen de prendas básicas, auténticos complementos únicos que transmiten sensaciones a través de sus patrones, colores y formas.
Comprendiendo que 2020 ha sido un año que cambió completamente la manera de consumir y entender la ropa, muchos creativos empoderaron diseños que abogaban por la sostenibilidad sin por ello olvidar el factor artístico. El upcycling, se ha convertido para muchos, en la solución creativa que cumple con una misión única: mejorar lo que ya tenemos sin tener que consumir productos nuevos.
Para entender cómo funciona el upcycling en la moda debemos pararnos un momento a analizar el significado mismo de la palabra: up (mejorar) y recycling (reciclar). El upcycling englobaría de esta manera, a todos aquellos procesos creativos que convierten unos materiales y/o productos iniciales en algo con una calidad mayor a la que tenía el objeto original.
En español, la palabra correcta para definirlo sería suprarreciclaje, porque no solo se basa en encontrar un lugar donde depositar lo que no necesitamos, sino que, en vez de tirarlo, encontraremos la manera de darle un nuevo uso que además lo convierta en un objeto útil y bonito. Lo que podía llegar a convertirse en un residuo, de manera creativa, consigue posicionarse en un objeto de deseo.
Actualmente, no es de extrañar que este concepto haya conseguido mover los eslabones de la industria de la moda. En un mundo donde predomina el fast fashion, prendas en masa que contaminan el medio ambiente, el upcycling se ha convertido en la solución para que incluso diseñadores como Louis Vuitton o Stella McCartney, hayan encontrado en él la alternativa para cambiar los datos que señalan que tan solo el 1% de nuestra ropa es aprovechada de nuevo.
Residuos textiles, sobras y en definitiva materiales descartados, pueden ser usados por artistas libremente para unir todas las piezas en una nueva joya. A través de estos procesos, conseguimos que prendas que tenían diferentes propósitos converjan en una sola para contar una historia y para evitar el desperdicio de materiales de buena calidad.
Lo más importante es prescindir de materiales y tejidos nuevos. En el reciclaje, una de las bases más importantes, es que antes que reciclar nos paremos a pensar en todo aquello que podemos evitar comprar y encontrar las alternativas más respetuosas posibles. Es por ello que esta tendencia de reciclaje creativo, no solo convierte la ropa en piezas especiales, sino que se asegura de poder salvar cuantos materiales sean posibles para crear un nuevo diseño.
El estudio de DOS SECOND CHANCES, es un claro ejemplo del poder de recuperar una prenda que amábamos y personalizarla con materiales que han sido previamente recuperados, para conseguir una transformación total y una prenda única con más valor que la inicial.
Upcycling, downcyclin y recycling
Aunque el upcycling se ha convertido en una corriente muy popular dentro de la moda debido al combo sostenibilidad y arte, existen términos complementarios que es importante conocer como son el downcycling y el recycling. En español, los podemos encontrar como infrarreciclaje y reciclaje, y aunque están relacionados en sus procesos y misiones, su significado varía del suprarreciclaje.
El upcycling, implica reinventar algo que ya existía en algo mejor a través del aprovechamiento de materiales. El resultado, puede ser completamente diferente al inicial, pero siempre terminará convirtiéndose en algo de mayor valor.
El downcycling o infrarreciclaje, hace referencia a las palabras down (bajar) y recycle (reciclaje) y sirven para denominar a los procesos que transforman un producto en uno de calidad inferior. En este caso hablamos de materias primas, como es el caso del papel, que cuando es reciclado cambia y puede ser aprovechado, pero no tendrá la calidad que tenía el producto anterior. También podemos encontrar el downcycling en el reciclaje de materiales como botellas de plástico que terminan convirtiéndose, tras ser triturados, en materiales que servirán para construir algo diferente.
El término de recycling, a diferencia de los anteriores, a pesar de ser el más conocido no tiene como misión principal encontrar una nueva vida a los productos, sino que pretende reducir los residuos y volver a reconducir un objeto a su cometido original. Este paso es muy útil para reducir los residuos y ayudar a proteger el medio ambiente, aunque en los procesos de reciclado, tanto el recycling como el downcycling, requerirán de energía para transformar y volver a poner en circulación los objetos y materiales.
El upcycling en la economía circular
Siendo su función la de aprovechar lo que tenemos y generar el mínimo impacto en desperdicios y contaminación, no es de extrañar que esta corriente encaje a la perfección con la economía circular.
Cuando hablamos de economía circular, nos hacemos eco de los modelos de producción y de consumo que reducen los residuos al mínimo y extienden la vida de los productos el mayor tiempo posible. En diferentes etapas, hemos podido ver este significado en tendencias de moda como en el uso de parches, los bordados de iniciales e incluso pinturas para convertir completamente el producto y conseguir que algo básico se volviera único y permaneciera en nuestros armarios durante muchos años.
Aún así, no hay que confundir mejorar con arreglar. Una prenda personalizada puede cuadruplicar su valor si el diseño y los materiales escogidos así lo requieren, por lo que para muchos se convierte en una oportunidad para tener una prenda exclusiva y no caer en la trampa de las prendas repetitivas de grandes superficies.
En redes sociales, hemos podido ver este fenómeno constantemente en videos que nos muestran el antes y el después de una prenda tras el talento y la creatividad de la persona que la rediseña. Es por eso, por lo que la generación Z, está a un paso de convertirse en el mejor embajador de una moda que obligará a los diseñadores a encontrar alternativas creativas para construir ropa con valor, pero también con valores.

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¿Alguna vez has personalizado una prenda? ¿Cuál sería tu diseño soñado?
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